La granja de Anton Stokman, con base en los Países Bajos, es un ejemplo a seguir para el bienestar animal.

La granja sigue un sistema de libre elección mediante el cual el rebaño, formado por 180 vacas, puede gestionar su propio tiempo como le parezca. Las camas de agua y el ordeño robotizado hacen que el ganado esté contento y saludable y la limpieza regular y el cuidado profesional de las pezuñas minimizan los casos de cojera.

La sostenibilidad y la protección del medioambiente también son temas clave para la granja Stokman, que fue la primera vaquería en los Países Bajos en recibir la marca de certificación ecológica «Green Facility Mark», una etiqueta otorgada por el gobierno a aquellas instalaciones que buscan soluciones innovadoras para enfrentarse a los desafíos ecológicos.

«El programa de Flagship Farms me permite conocer el enfoque de McDonald’s sobre la ganadería, la alimentación y los negocios. Así, por ejemplo, he aprendido lo importante que es sentirse orgulloso de tu empresa.»

Anton Stokman Lactéos, granja Stokman, Holanda

Áreas clave de práctica sostenible

Certificación y garantía

La granja es miembro del sistema de garantía de calidad Foqus, que está auditado y certificado por una organización independiente, y cubre temas clave como la seguridad alimentaria y el bienestar y la salud animal.

La granja de Anton fue la primera en los Países Bajos en recibir la marca de certificación ecológica «Green Facility Mark». Esta la otorga el Ministerio de Medioambiente del Gobierno holandés que incluye premios a la mejor solución medioambiental para un problema.

La granja es miembro del sistema de garantía de calidad Qarant, que se inspecciona de manera independiente y cubre temas clave como la seguridad alimentaria, el bienestar y la salud animal.

Salud y bienestar animal

La granja introdujo el sistema de ordeño robotizado hace más de 14 años. Anton cree que uno de los beneficios principales de este sistema es que las vacas pueden decidir de manera individual cuándo quieren ser ordeñadas y les permite organizarse sus propios horarios. Esta tecnología ha mejorado el rendimiento de la leche y la salud de los animales, reducido el recuento de células somáticas y eliminado la mano de obra que hacía falta para el ordeño.

Se han instalado camas de agua con compartimentos dobles en todos los cubiles donde duermen las vacas, lo que enriquece la comodidad del animal y reduce las lesiones, como la inflamación o lesiones de los jarretes. Los estudios demuestran que la vaca debe estar tumbada unas 10 o 12 horas diarias (Albright, 2003), por lo que contar con una zona de descanso cómoda como esta es imprescindible. Además, las camas de agua reducen la cantidad de camas necesarias por vaca y es un sistema de descanso más limpio e higiénico que otros.

Los pasillos también se escarpan automáticamente cada hora, lo que limita el tiempo que el estiércol puede desprender amoniaco y se reducen las emisiones de nitrógeno.

El cuidado de las pezuñas es una prioridad principal, por eso las vacas reciben una limpieza semanal y cuidados de manos de profesionales tres veces al año. Así se reducen los casos de cojera en el rebaño. La granja reconoce que el control y el tratamiento es fundamental, ya que la cojera es uno de los principales problemas de salud y bienestar animal en el sector lechero europeo.

Durante la temporada de verano, las vacas tienen acceso a una pradera al aire libre, lo que refuerza el sistema de libre elección.

La granja también utiliza el sistema COWEL, un programa informático que da una puntuación basada en la evaluación del sistema de gestión y alojamiento de una granja individual. Esta puntuación valora las aportaciones del sistema para la salud y el bienestar de los animales. La granja de Anton sacó 265 puntos de los 313 posibles.

El semen para la inseminación artificial se selecciona meticulosamente para complementar al potencial genético de la vaca y reducir los problemas durante el parto lo máximo posible.

Biodiversidad y ecosistemas

La granja cuenta con 34 hectáreas de campos naturales para que los gansos salvajes en migración puedan alimentarse durante el invierno, ofreciendo así una importante fuente de alimento para estas aves.

El suelo acanalado antideslizante reduce las emisiones de amoniaco provenientes del estiércol y el sistema de escarpeo cada hora ha demostrado un descenso del 30 % de las emisiones.

La nueva alfombrilla de goma patentada, que cubre el suelo de hormigón, crea una superficie acolchada sobre la que pueden caminar las vacas, y su exclusivo diseño reduce la cantidad de amoniaco que se desprende de los tanques de estiércol.

Todo sobre la historia de Anton Stokman

Descubre el estudio de caso para conocer más detalles sobre cómo la granja ha cumplido con los criterios y los estándares de buenas prácticas del programa, los resultados de la investigación externa sobre los labores del productor y los beneficios que le aporta una sostenibilidad mejorada.

Leer estudio de caso completo (PDF, 3,8MB)

«La vaquería de Anton aúna muchos aspectos positivos de buenas prácticas y muestra que no se centran únicamente en un área del negocio. Sin duda, el bienestar de las vacas está entre las principales prioridades, junto con el principio de Anton del sistema de libre elección, que permite a las vacas decidir qué quieren hacer y cuándo en un entorno diseñado para mejorar el bienestar y la salud del animal. En el sector ganadero de los Países Bajos, la reducción de las emisiones de amoniaco es un asunto importante, por lo que la granja ha estado poniendo en práctica varias formas de reducirlas. Anton tiene una visión moderna y está comprometido con la viabilidad a largo plazo de la industria lechera, que es algo estupendo.»

Karl Williams Jefe de operaciones, FAI Farms